¿Qué significa extrañar a una persona?
Puede que no tenga nada que ver con echar de menos
su perfume, su piel, el color intenso de sus ojos al abrirse por la mañana.
Quizá únicamente sea: Amarla.
Simple y sencillo, el amor no tiene respuesta,
únicamente se decide.
Extrañarla dolía, dolía como cuando te ponen una
maldita inyección. Sabes que durará 10 segundos en penetrar el aguijón y
después nunca sacarás el veneno.
Extrañarla significaba que no podía seguir, que los
pasos se hacían lentos y el camino parecía no tener fin.
Extrañarla me tatuaba de recuerdos las noches, y me
mantenía en vela, consciente de que al cerrar los ojos, ella aparecería.
He llegado a la conclusión de que por más que te
esfuerces en olvidar, menos logras evitarlo. Comienzas con ánimo y terminas
triturado.
¿Qué significa extrañar a una persona?
Luchar sin duda. Contra los fantasmas del pasado
que se empeñan en asustarnos en nuestros más profundos y desesperados intentos
por encontrar la puerta de escape dentro de esa casa embrujada.
Llorar también. Las gotas amargas y saladas que
penetran hasta las coyunturas y destrozan despacio las fibras de todo resquicio
de cordura.
Seguir, implica. Y era ahí donde estábamos
precisamente atorados. O por lo menos mi escaza humanidad lo estaba. No quería
seguir, no sin ella.
***
Una
semana hacía desde nuestro encuentro con “La sanguijuela original” y lejos de sentirnos
esperanzados estábamos a punto de entrar a un manicomio. Yo en lo personal.
No
tener ni puta de idea de dónde y cómo se encontraba mi padre era sólo el
comienzo de la lista, a eso le sumaba estar a cargo de una manada donde mi “Beta”
(Seth) vagabundeaba casi todo el día por la mansión de los chupasangre y la
única loba hembra de la región pasaba las 24 hrs colgada del objeto de su
impronta. ¿Dónde me dejaba todo aquello a mí?
Haciéndome
la estúpida pregunta ¿Qué significa extrañar a una persona?
Me
había pasado la semana entera intentando darle forma a la idea y convencerme de
que todo aquello que había escrito en líneas borrosas eran meras idioteces. Por
más que me esforzara nunca podría hacer que ella
entendiera todo lo que aún significaba para mí.
Sabía
que ya no me pertenecía, bueno, de hecho sabía un montón de cosas más que eso sobre
Renesmee pero aquello era lo único que importaba – y pesaba- al mismo tiempo
En
mi intento por permanecer a su lado había hecho un pacto con Akun, un acuerdo
entre ambos, donde yo sabía que mi responsabilidad sería protegerla contra
todos y contra sí misma cuando el ave no pudiera hacerlo. Aquello me enfermaba
y me limitaba. ¿Jacob Black haciendo
acuerdos para poder proteger a su impronta? Sí, así de bajo había caído.
Quería
ser estúpidamente romántico por una vez antes de que todos nos fuéramos al
carajo, estaba seguro que el famoso Conde no nos dejaría ir con vida y yo en mi
intento por no fallarle, por mantenerla a salvo y por ser “el héroe” me había
enfrascado nuevamente en una absurda lucha contra quien ya había ganado su
corazón.
A
veces me era inevitable preguntarme si la historia nunca cambiaría para mí. Ya
no quería seguir siendo “el premio de consolación” y tampoco podía evitar
pensar que de no haber sido por los Vulturi y ese secuestro ahora estaría
felizmente casado con Renesmee. Quizá tendríamos hijos, quizá viviríamos
tranquilamente en la reserva, aunque no me hubiese importado ir a Júpiter por
ella. Pero como bien dicen “el hubiera no
existe”
Lo
único que realmente anhelaba en este momento era poder sacármela de la cabeza y
también que Libeth se tentara el corazón, que regresara a mi padre. O que simplemente
regresara…
Había
un dilema en mi cerebro, una parte de él me decía que no podía pensar en el
bienestar de Libeth porque ella era la causa por la cual mi padre no estaba a
mi lado, la otra por el contrario me susurraba piedad y perdón y además… amor.
Los recuerdos de nuestra vida juntos me hacían estremecer a ratos.
¿Hubiera
podido ser completamente feliz a su lado si no me hubieran encontrado?
Todo
aquello me mantenía tan ocupada la cabeza que ya no sabía qué demonios ocurría
con los Cullen, permanecía en la reserva para evitar verlos. Y para hacerles la
vida más fácil. Conmigo merodeando por los alrededores nada parecía encajar. Ya
no formaba parte de la familia, Bella estaba casada y Edward si bien no me odiaba
tampoco parecía el más complacido de que estuviera en su casa.
Con
Alice y Jasper acorralados en Italia y Esme y Carlisle en algún lugar del mundo, ya
no me quedaban aliados en la casa de los vampiros, por eso prefería que Seth me
mantuviera al tanto de las noticias y planes. Y sobre todo de lo que la “Sanguijuela
mayor” ordenara. Me sentía menos mal de esa manera.
No
sabía cuándo había ingerido algo por última vez, ¿ayer? ¿hoy por la mañana? No
tenía idea. Me dirigí a la cocina y abrí el refrigerador. Nada. Aquello de
vivir al día sin nadie que te importara, sin valorar tu propia existencia se me
estaba haciendo costumbre.
Me
pase las manos por el cabello y la cara, donde una barba incipiente de cuatro
días comenzaba a escocer. Sabía que tenía una pinta de mierda, me dirigí al
lavabo y estaba a punto de acabar con el esperpento que me saludaba desde el
espejo cuando sentí su aroma.
Me
petrifiqué al instante. Aquello no encajaba con los planes que tenía para el
día de hoy, que se reducían a ver la televisión, devanarme los sesos y esperar
noticias. Busqué otro olor pero el aire no registraba nada más. Sabía que
estaba temblando y aquello me asustaba, si bien existía una tregua, un acuerdo,
no estaba preparado, sabía que nada me prepararía nunca para su presencia.
Escuché
su risa antes de que tocaran la puerta, me obligué a pestañear y respirar tres
veces lentamente, me mojé la cara y me puse una playera sin mangas, abroché los
jeans y metí los pies en un par de sandalias que seguramente mi padre habría
comprado pero que ahora con todas aquellas lagunas mentales en mi cerebro no
recordaba. Bajé a trote.
¡Demonios, la maldita
barba! Me reprendí en
mi fuero interno.
Estuve
tentado a desaparecer por las escaleras y así pretextar que no estaba en casa,
pero aquello me habría hecho más cobarde de lo que ya parecía (y era claro
está) No podía hacer esperar más tiempo, me incorporé lo mejor que pude y abrí
la puerta.
-¡Hola
hermano! – me saludó Seth quien entró tan despreocupadamente como si estuviera
en su casa.
-¿Qué
hay Seth?- le respondí y él me abrazó rápidamente
Acto
seguido se aclaró la garganta, miré al frente a sabiendas de que lo que me
esperaba me rompería y me enamoraría como siempre hacía. Nuestras miradas se
abrazaron en un momento único. Inexplicablemente supe que ella estaba experimentando
el mismo dejavu que yo.
-¿Podrías ayudarme con
esto? –Renesmee hacía malabares con las cajas que sostenía.
Tenía aparentemente unos
18 años y estaba tan bella como siempre.
Sostuve las cajas antes
de que una se cayera
-Si quieres entrenar
malabarismo para audicionar para el circo te tengo una mala noticia- le dije
mientras ella pasaba a casa
Su aroma embargaba el
ambiente y su presencia me inquietaba a mí
-No, no quiero saberla-
dijo dramática mientras se cubría la
cara con aire teatral
-Es mejor que lo sepas
amor- coloqué las ocho cajas en el sillón más cercano y le tomé las manos obligándola
a mirarme
Sus ojos eran
infinitamente más profundos que el espacio y que el mar
-Dímelo, es mejor que me
entere ahora- insistió con aire juguetón
-El circo acaba de
marcharse, lo siento no podrás participar
Después nos ahogamos en
risas y terminamos tumbados en la alfombra de la sala…
-Hola
Jake- me dijo y el dejavu desapareció
Su
voz era la misma pero ahora no podríamos tener el mismo final sobre la alfombra
-¿Puedo…?
– me preguntó
Hasta
ese momento me di cuenta que sostenía aún la puerta abierta frente a ella pero
sin invitarla a pasar
-Por
favor- respondí y ella caminó delante de mí hasta el centro de la sala
Sabía
que no debía verla, sabía que no debía hacerlo y sin embargo…. Ahí estaba.
Parecía que nada había cambiado, Renesmee en mi casa, Seth haciendo zapping
desde el sofá y yo ahí plantado, embelesado contemplándola. Pero pese a eso,
todo había cambiado.
-Siéntate
Ness… Renesmee- me corregí automáticamente
-De
verdad Jacob, Nessie no tiene ningún problema con que sigas llamándola así ¿verdad
Nessie? – irrumpió Seth
Ella
se río un poco
-No,
no lo tengo- dijo y después me miró
-¡Vaya
hombre! ¿hace cuánto no te duchas? ¡Apestas!- Seth se levantó del asiento y se
dirigió a la nevera
Nessie
disimuló una sonrisa pero se mantuvo erguida en el sofá
-No
hay nada ahí dentro, estás advertido- le dije.
-Muy
tarde- habló ella- Seth se ha dado cuenta
Para
cuando me percaté de su afirmación, Sentí un porrazo en la cabeza.
-¡Maldita
sea Jacob! ¿acaso eres anoréxico? – me gruñó
-¿Tienes
algún problema con que cuide de mi físico?- le aullé
-Serás
cabrón, si no te quieres alimentar, por lo menos ten algo para los invitados.-
me replicó y volvió a su asiento.
Seth
murmuró algo más, y supe que había dicho “Pedazo de imbécil” antes de
levantarse de nuevo
-¿Qué
pretendes?- le increpé
-A
diferencia tuya, yo si quiero “cuidar mi físico” voy a darme una ducha y algo
me dice que deberías hacerlo tú también
-¿Estás
insinuando que nos bañemos juntos? – le respondí para hacerlo rabiar
-Tienes
una mente muy retorcida Black, si no fueses mi Alfa ya te habría clavado el
diente- dijo con un pie en el primer peldaño
-¡Ajá!
Entonces sí quieres… - Seth me lanzó una sandalia que supe esquivar antes de
que me diera con otra en el brazo derecho
-¡Y
la próxima te castro! – me gritó – Ah por cierto, Nessie quiere hablar contigo.
Mi
amigo desapareció por las escaleras y escuché el accionar de la tranca en la
puerta del baño
Rodé
los ojos y me disponía a ponerme de pie para cambiar de sillón, en caso de que
ella se sintiera invadida en su espacio personal, pero antes de si quiera
intentarlo sentí su agarre en mi mano.
-No
te vayas- dijo sin dejar de mirar su mano sobre la mía
Algo
pasaba en mi interior, de pronto era una corriente fría y después una onda de
calor. Algo pasaba y ese algo era Nessie, mi Nessie.
-¿Pasa
algo?- pregunté
Ella
no respondió de inmediato, pero sus ojos comenzaron a apagarse
-Debe
ser algo muy importante para que estés aquí- completé
-Y
lo es- me respondió rápidamente
-¿Drácula
ha dicho algo? ¿Todos están bien? Háblame – le insté
Ella
me miró directamente a los ojos. Podía escuchar el acelerado latido en su
corazón y sus ojos ya no tenían ese intento brillo escarlata, poco a poco daban
paso al chocolate. Pero estaban ¿conmocionados?
-Es
Akun…- me dijo por fin
Me
sentí como un globo de gas al que le sacan el helio de pronto, me esperaba
cualquier cosa, menos que ella lo mencionara, a él no.
-Jake…-
susurró
No
pude evitarlo pese a mi dolor, tomé su cara entre mis manos y dejé que su alma
mirara la mía a través de mis ojos. Pude sentir como nos completábamos. La
imprimación podía ser un invento, pero Nessie y yo teníamos algo real. Algo que
a pesar de todos los obstáculos seguía intacto ahí, sin poderlo tocar pero
pudiéndolo sentir completamente sólido e inquebrantable.
-¿Qué
pasa Ness? – su pena me invadía más que la mía
-Lo
he mordido- respondió
Me
quedé en shock, no tenía respuesta a eso, simplemente aquello iba más allá de
todas mis capacidades de autocontrol y raciocinio. Pensar que habían estado
compartiendo sangre significaba que tenían un lazo más fuerte y profundo
-¿Se
lo has contado ya a Bella?- Le volví a preguntar, mis manos dejaron de tocarla
y lágrimas comenzaron a bañar sus mejillas
Movió
negativamente la cabeza justo cuando un gemido de dolor escapaba de su
garganta.
-No
puedo decírselo a mis padres, fue una estupidez hacerlo, no pude, simplemente
no pude contenerme, tenía hambre y yo… el me ofreció su sangre pero…
¿Hambre?
Entonces no había sido una “alianza” había sido un error.
-Seth
lo sabe ¿cierto?
-Es
el único en quien puedo confiar, él me dijo que tú podías hacer algo, yo
simplemente…
Nessie
me miró nuevamente a los ojos y tomó mi mano con fuerza
-Jake,
necesito que me ayudes- Aunque seguían cayendo lágrimas de sus ojos cuando hablo su timbre fue firme.- Creo que
Akun está muriendo…
¿Has
deseado algo con intensidad aún sabiendo que es un acto pecaminoso? Bien, yo no
era un santo, y le había deseado la muerte a más de uno. Pero en ese momento no
podía pensar en nada más que no fuera salvar una vida. Aunque aquella vida me
arrebatara a quien significaba la mía propia.
2 comentarios:
me eeeeeeeeeeeeeeeencantó!!!!!!!!!! wooow :D
jajajaja estoy como jacob quiero que se muera pero no se acabaría la emoción del triángulo amoroso jajajajaja XD
en serio ame este cap pobre jacob y nessie cada vez está mas loca XD
Por Diossssssssssss mi niña!! ame ame y ame este interludio y ame mas que nunca a Jake, es muy profundo todo lo que dice sobre lo que le pasa y como esta sufriendo mi chiquito!! al igual q Gaby yo también quiero q se muera Akun, jajaj pero no tiene gracia no?? y el haciendo su corazón al lado y ayudándola igual...ES UN AMOR!!! ayyyyyyyyyy quiero mas!!!! EXCELENTE CAPITULO VII!!!! Sobre todo xq es el POV de Jake!! Besotes y espero leerte muy pronto!! =)
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