miércoles, 18 de julio de 2012

"BÉSAME"- Interludio (Jacob POV)



¿Qué significa extrañar a una persona?

Puede que no tenga nada que ver con echar de menos su perfume, su piel, el color intenso de sus ojos al abrirse por la mañana. Quizá únicamente sea: Amarla.

Simple y sencillo, el amor no tiene respuesta, únicamente se decide.

Extrañarla dolía, dolía como cuando te ponen una maldita inyección. Sabes que durará 10 segundos en penetrar el aguijón y después nunca sacarás el veneno.

Extrañarla significaba que no podía seguir, que los pasos se hacían lentos y el camino parecía no tener fin.

Extrañarla me tatuaba de recuerdos las noches, y me mantenía en vela, consciente de que al cerrar los ojos, ella aparecería.

He llegado a la conclusión de que por más que te esfuerces en olvidar, menos logras evitarlo. Comienzas con ánimo y terminas triturado.

¿Qué significa extrañar a una persona?

Luchar sin duda. Contra los fantasmas del pasado que se empeñan en asustarnos en nuestros más profundos y desesperados intentos por encontrar la puerta de escape dentro de esa casa embrujada.

Llorar también. Las gotas amargas y saladas que penetran hasta las coyunturas y destrozan despacio las fibras de todo resquicio de cordura.

Seguir, implica. Y era ahí donde estábamos precisamente atorados. O por lo menos mi escaza humanidad lo estaba. No quería seguir, no sin ella.

***

Una semana hacía desde nuestro encuentro con “La sanguijuela original” y lejos de sentirnos esperanzados estábamos a punto de entrar a un manicomio. Yo en lo personal.

No tener ni puta de idea de dónde y cómo se encontraba mi padre era sólo el comienzo de la lista, a eso le sumaba estar a cargo de una manada donde mi “Beta” (Seth) vagabundeaba casi todo el día por la mansión de los chupasangre y la única loba hembra de la región pasaba las 24 hrs colgada del objeto de su impronta. ¿Dónde me dejaba todo aquello a mí?

Haciéndome la estúpida pregunta ¿Qué significa extrañar a una persona?

Me había pasado la semana entera intentando darle forma a la idea y convencerme de que todo aquello que había escrito en líneas borrosas eran meras idioteces. Por más que me esforzara nunca podría hacer que ella entendiera todo lo que aún significaba para mí.

Sabía que ya no me pertenecía, bueno, de hecho sabía un montón de cosas más que eso sobre Renesmee pero aquello era lo único que importaba – y pesaba- al mismo tiempo

En mi intento por permanecer a su lado había hecho un pacto con Akun, un acuerdo entre ambos, donde yo sabía que mi responsabilidad sería protegerla contra todos y contra sí misma cuando el ave no pudiera hacerlo. Aquello me enfermaba y me limitaba.  ¿Jacob Black haciendo acuerdos para poder proteger a su impronta? Sí, así de bajo había caído.

Quería ser estúpidamente romántico por una vez antes de que todos nos fuéramos al carajo, estaba seguro que el famoso Conde no nos dejaría ir con vida y yo en mi intento por no fallarle, por mantenerla a salvo y por ser “el héroe” me había enfrascado nuevamente en una absurda lucha contra quien ya había ganado su corazón.

A veces me era inevitable preguntarme si la historia nunca cambiaría para mí. Ya no quería seguir siendo “el premio de consolación” y tampoco podía evitar pensar que de no haber sido por los Vulturi y ese secuestro ahora estaría felizmente casado con Renesmee. Quizá tendríamos hijos, quizá viviríamos tranquilamente en la reserva, aunque no me hubiese importado ir a Júpiter por ella. Pero como bien dicen “el hubiera no existe”

Lo único que realmente anhelaba en este momento era poder sacármela de la cabeza y también que Libeth se tentara el corazón, que regresara a mi padre. O que simplemente regresara…

Había un dilema en mi cerebro, una parte de él me decía que no podía pensar en el bienestar de Libeth porque ella era la causa por la cual mi padre no estaba a mi lado, la otra por el contrario me susurraba piedad y perdón y además… amor. Los recuerdos de nuestra vida juntos me hacían estremecer a ratos.

¿Hubiera podido ser completamente feliz a su lado si no me hubieran encontrado?

Todo aquello me mantenía tan ocupada la cabeza que ya no sabía qué demonios ocurría con los Cullen, permanecía en la reserva para evitar verlos. Y para hacerles la vida más fácil. Conmigo merodeando por los alrededores nada parecía encajar. Ya no formaba parte de la familia, Bella estaba casada y Edward si bien no me odiaba tampoco parecía el más complacido de que estuviera en su casa.
Con Alice y Jasper acorralados en Italia y  Esme y Carlisle en algún lugar del mundo, ya no me quedaban aliados en la casa de los vampiros, por eso prefería que Seth me mantuviera al tanto de las noticias y planes. Y sobre todo de lo que la “Sanguijuela mayor” ordenara. Me sentía menos mal de esa manera.

No sabía cuándo había ingerido algo por última vez, ¿ayer? ¿hoy por la mañana? No tenía idea. Me dirigí a la cocina y abrí el refrigerador. Nada. Aquello de vivir al día sin nadie que te importara, sin valorar tu propia existencia se me estaba haciendo costumbre.

Me pase las manos por el cabello y la cara, donde una barba incipiente de cuatro días comenzaba a escocer. Sabía que tenía una pinta de mierda, me dirigí al lavabo y estaba a punto de acabar con el esperpento que me saludaba desde el espejo cuando sentí su aroma.

Me petrifiqué al instante. Aquello no encajaba con los planes que tenía para el día de hoy, que se reducían a ver la televisión, devanarme los sesos y esperar noticias. Busqué otro olor pero el aire no registraba nada más. Sabía que estaba temblando y aquello me asustaba, si bien existía una tregua, un acuerdo, no estaba preparado, sabía que nada me prepararía nunca para su presencia.

Escuché su risa antes de que tocaran la puerta, me obligué a pestañear y respirar tres veces lentamente, me mojé la cara y me puse una playera sin mangas, abroché los jeans y metí los pies en un par de sandalias que seguramente mi padre habría comprado pero que ahora con todas aquellas lagunas mentales en mi cerebro no recordaba. Bajé a trote.

¡Demonios, la maldita barba! Me reprendí en mi fuero interno.

Estuve tentado a desaparecer por las escaleras y así pretextar que no estaba en casa, pero aquello me habría hecho más cobarde de lo que ya parecía (y era claro está) No podía hacer esperar más tiempo, me incorporé lo mejor que pude y abrí la puerta.

-¡Hola hermano! – me saludó Seth quien entró tan despreocupadamente como si estuviera en su casa.

-¿Qué hay Seth?- le respondí y él me abrazó rápidamente

Acto seguido se aclaró la garganta, miré al frente a sabiendas de que lo que me esperaba me rompería y me enamoraría como siempre hacía. Nuestras miradas se abrazaron en un momento único. Inexplicablemente supe que ella estaba experimentando el mismo dejavu que  yo.
-¿Podrías ayudarme con esto? –Renesmee hacía malabares con las cajas que sostenía.

Tenía aparentemente unos 18 años y estaba tan bella como siempre.
Sostuve las cajas antes de que una se cayera

-Si quieres entrenar malabarismo para audicionar para el circo te tengo una mala noticia- le dije mientras ella pasaba a casa

Su aroma embargaba el ambiente y su presencia me inquietaba a mí

-No, no quiero saberla- dijo dramática mientras se  cubría la cara con aire teatral

-Es mejor que lo sepas amor- coloqué las ocho cajas en el sillón más cercano y le tomé las manos obligándola a mirarme

Sus ojos eran infinitamente más profundos que el espacio y que el mar

-Dímelo, es mejor que me entere ahora- insistió con aire juguetón

-El circo acaba de marcharse, lo siento no podrás participar

Después nos ahogamos en risas y terminamos tumbados en la alfombra de la sala…



-Hola Jake- me dijo y el dejavu desapareció

Su voz era la misma pero ahora no podríamos tener el mismo final sobre la alfombra

-¿Puedo…? – me preguntó

Hasta ese momento me di cuenta que sostenía aún la puerta abierta frente a ella pero sin invitarla a pasar

-Por favor- respondí y ella caminó delante de mí hasta el centro de la sala

Sabía que no debía verla, sabía que no debía hacerlo y sin embargo…. Ahí estaba. Parecía que nada había cambiado, Renesmee en mi casa, Seth haciendo zapping desde el sofá y yo ahí plantado, embelesado contemplándola. Pero pese a eso, todo había cambiado.

-Siéntate Ness… Renesmee- me corregí automáticamente

-De verdad Jacob, Nessie no tiene ningún problema con que sigas llamándola así ¿verdad Nessie? – irrumpió Seth

Ella se río un poco

-No, no lo tengo- dijo y después me miró

-¡Vaya hombre! ¿hace cuánto no te duchas? ¡Apestas!- Seth se levantó del asiento y se dirigió a la nevera

Nessie disimuló una sonrisa pero se mantuvo erguida en el sofá

-No hay nada ahí dentro, estás advertido- le dije.

-Muy tarde- habló ella- Seth se ha dado cuenta

Para cuando me percaté de su afirmación, Sentí un porrazo en la cabeza.

-¡Maldita sea Jacob! ¿acaso eres anoréxico? – me gruñó

-¿Tienes algún problema con que cuide de mi físico?- le aullé

-Serás cabrón, si no te quieres alimentar, por lo menos ten algo para los invitados.- me replicó y volvió a su asiento.


Seth murmuró algo más, y supe que había dicho “Pedazo de imbécil” antes de levantarse de nuevo

-¿Qué pretendes?- le increpé

-A diferencia tuya, yo si quiero “cuidar mi físico” voy a darme una ducha y algo me dice que deberías hacerlo tú también

-¿Estás insinuando que nos bañemos juntos? – le respondí para hacerlo rabiar

-Tienes una mente muy retorcida Black, si no fueses mi Alfa ya te habría clavado el diente- dijo con un pie en el primer peldaño

-¡Ajá! Entonces sí quieres… - Seth me lanzó una sandalia que supe esquivar antes de que me diera con otra en el brazo derecho

-¡Y la próxima te castro! – me gritó – Ah por cierto, Nessie quiere hablar contigo.

Mi amigo desapareció por las escaleras y escuché el accionar de la tranca en la puerta del baño

Rodé los ojos y me disponía a ponerme de pie para cambiar de sillón, en caso de que ella se sintiera invadida en su espacio personal, pero antes de si quiera intentarlo sentí su agarre en mi mano.

-No te vayas- dijo sin dejar de mirar su mano sobre la mía

Algo pasaba en mi interior, de pronto era una corriente fría y después una onda de calor. Algo pasaba y ese algo era Nessie, mi Nessie.

-¿Pasa algo?- pregunté

Ella no respondió de inmediato, pero sus ojos comenzaron a apagarse

-Debe ser algo muy importante para que estés aquí- completé

-Y lo es- me respondió rápidamente

-¿Drácula ha dicho algo? ¿Todos están bien? Háblame – le insté

Ella me miró directamente a los ojos. Podía escuchar el acelerado latido en su corazón y sus ojos ya no tenían ese intento brillo escarlata, poco a poco daban paso al chocolate. Pero estaban ¿conmocionados?

-Es Akun…- me dijo por fin

Me sentí como un globo de gas al que le sacan el helio de pronto, me esperaba cualquier cosa, menos que ella lo mencionara, a él no.

-Jake…- susurró
No pude evitarlo pese a mi dolor, tomé su cara entre mis manos y dejé que su alma mirara la mía a través de mis ojos. Pude sentir como nos completábamos. La imprimación podía ser un invento, pero Nessie y yo teníamos algo real. Algo que a pesar de todos los obstáculos seguía intacto ahí, sin poderlo tocar pero pudiéndolo sentir completamente sólido e inquebrantable.

-¿Qué pasa Ness? – su pena me invadía más que la mía

-Lo he mordido- respondió

Me quedé en shock, no tenía respuesta a eso, simplemente aquello iba más allá de todas mis capacidades de autocontrol y raciocinio. Pensar que habían estado compartiendo sangre significaba que tenían un lazo más fuerte y profundo

-¿Se lo has contado ya a Bella?- Le volví a preguntar, mis manos dejaron de tocarla y lágrimas comenzaron a bañar sus mejillas

Movió negativamente la cabeza justo cuando un gemido de dolor escapaba de su garganta.

-No puedo decírselo a mis padres, fue una estupidez hacerlo, no pude, simplemente no pude contenerme, tenía hambre y yo… el me ofreció su sangre pero…

¿Hambre? Entonces no había sido una “alianza” había sido un error.

-Seth lo sabe ¿cierto?

-Es el único en quien puedo confiar, él me dijo que tú podías hacer algo, yo simplemente…

Nessie me miró nuevamente a los ojos y tomó mi mano con fuerza

-Jake, necesito que me ayudes- Aunque seguían cayendo lágrimas de sus ojos  cuando hablo su timbre fue firme.- Creo que Akun está muriendo…

¿Has deseado algo con intensidad aún sabiendo que es un acto pecaminoso? Bien, yo no era un santo, y le había deseado la muerte a más de uno. Pero en ese momento no podía pensar en nada más que no fuera salvar una vida. Aunque aquella vida me arrebatara a quien significaba la mía propia.

2 comentarios:

Gaby dijo...

me eeeeeeeeeeeeeeeencantó!!!!!!!!!! wooow :D
jajajaja estoy como jacob quiero que se muera pero no se acabaría la emoción del triángulo amoroso jajajajaja XD
en serio ame este cap pobre jacob y nessie cada vez está mas loca XD

May_Black dijo...

Por Diossssssssssss mi niña!! ame ame y ame este interludio y ame mas que nunca a Jake, es muy profundo todo lo que dice sobre lo que le pasa y como esta sufriendo mi chiquito!! al igual q Gaby yo también quiero q se muera Akun, jajaj pero no tiene gracia no?? y el haciendo su corazón al lado y ayudándola igual...ES UN AMOR!!! ayyyyyyyyyy quiero mas!!!! EXCELENTE CAPITULO VII!!!! Sobre todo xq es el POV de Jake!! Besotes y espero leerte muy pronto!! =)